martes, 29 de julio de 2008
¡Carretera y manta!
Viajamos en dos turismos familiares normales. En ninguna etapa del recorrido era necesario ir en todoterreno, ni siquiera en la etapa del desierto.
Llevábamos cobertura de asistencia en carretera con el RACE, aunque no la necesitamos. Tuvimos un pinchazo retardado en una rueda que nos arreglaron en un taller en apenas 20 minutos y por unos 3 euros.
En Marruecos hay pocas autovías y están en la costa, hacia el Norte. El resto son de doble sentido. En general, están bien asfaltadas aunque no tienen andenes.
Lo peor no son las carreteras sino la forma de conducir de los marroquíes y el tráfico de coches, camiones, motocicletas, personas, carros y mulas que te puedes encontrar de repente en la carretera. Las señales de adelantamiento están de adorno, pero no las de velocidad. Por suerte, la velocidad media no suele pasar de los 80kms/hora.
Hay frecuentes controles de la policía en la carretera, y radares en las autovías que funcionan. ¡Lo sabemos por experiencia! Nos pararon por sobrepasar en 12kms/hora el límite de velocidad.
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